Barracas es un barrio tradicional de Buenos Aires que no suele ser muy visitado por los turistas extranjeros pero que tiene un gran encanto para los fanáticos de Buenos Aires y su historia, los que buscan algo fuera de los clásicos puntos llenos de turistas. Barracas fue en su momento un lugar de la aristocracia porteña de fines del siglo XIX y más tarde un barrio de fábricas, obreros e inmigrantes que construyeron el país. Aquí les dejamos las principales atracciones para saber qué hacer en Barracas:
Pasaje Lanín
La calle o pasaje Lanín es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad. Con forma de curva junto a las vías del ferrocarril, de casas bajas y con su empedrado de antaño es uno de esos lugares bien típicos porteños. Pero si eso es poco para hacerlo encantador, el pasaje Lanin fue intervenido por el artista plástico Marino Santa María que tiene su casa y taller ubicada allí y que en el año 2000 luego de restaurar varias fachadas, las pintó y decoró con mosaicos coloridos de formas sinuosas y variadas. Muchos vecinos se sumaron a la iniciativa y el pasaje cuenta con 40 fachas llenas de formas y colores que la convierten en una calle de fantasía.
Iglesia Santa Felicitas, sus túneles y Plaza Colombia
Una de las historias más famosas de Buenos Aires sucedió en Barracas: la historia de Felicitas Guerrero, dama de la aristocracia porteña que tuvo una trágica vida, con una muerte de prematura de un hijo, enviudando muy joven y luego siendo asesinada por un amante celoso. La casa de la familia Guerrero quedaba justamente donde hoy está la plaza Colombia y fue allí mismo en su terreno donde decidieron construir una iglesia en homenaje a la Santa Felicitas (mártir romána) para también rendir homenaje a Felicitas Guerrera, su hija que sufrió un final tan trágico. El templo es un neorománico espectacular de entre las iglesias más bellas de Buenos Aires. No sólo es un lugar hermoso, también es parte de una gran historia trágica (dentro del templo hay una estatua de Felicitas Guerrero y su hijo) y también posee un museo donde pueden visitarse los túneles que conectaban la iglesia con la vieja residencia Guerrero.
Templo Masón Los Hijos del Trabajo
Posiblemente la fachada más exótica de Buenos Aires sea la del Templo Masón de la Logia Los Hijos del Trabajo. La Logia fue fundada en 1882 por trabajadores y obreros inmigrantes, principalmente españoles e italianos que en 1880 compraron una casa chorizo para realizar allí sus actividades. En 1919 el arquitecto Cabot vistió su fachada de símbolos en referencia al Antiguo Egipto siguiendo la creencia de ciertos grupos masónicos durante los Siglos XVIII y XIX de ser los continuadores de los misterios y ritos iniciáticos comenzados por los constructores de las pirámides.
Sinagoga Or Torah
Buenos Aires posee una de las comunidades judías más importantes del mundo. Comenzaron a llegar al país a finales del siglo XIX con el establecimiento de los primeros templos y colonias agrícolas. Pero la historia más conocida es la de los judíos del este de Europa o el imperio ruso que se establecieron en el centro de la ciudad. Un poco más desconocida es la de los judíos de origen sefardí (judíos originarios de la península Ibérica que tras la expulsión de España se establecieron en el Levante Mediterráneo y el imperio Otomano). De Siria particularmente llegaron judíos sefarditas de Damasco y Alepo, estableciéndose los de Damasco en el barrio de barracas donde levantaron este hermoso templo de arquitectura andaluza y morisca inaugurado en 1930. Llama poderosamente la atención su cúpula acebollada y su aire medio oriental.
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